martes, 6 de diciembre de 2016
Una tarde con Iginio
Esta tarde estado sentada frente a mi puerta con Iginio.
Él me hablaba de Guardo de antes, donde lo más grande era el Barrio Barruelo donde estaba todo lo que se necesitaba en el pueblo, como correos ayuntamiento, escuelas, cuartel de la guardia civil, etc.
Comentaba que Guardo fue creciendo con la llegada de la minería, hasta entonces solo se vivía de la agricultura, ganadería y alfarería.
Antes de llegar la minería, se hacía el carbón vegetal, haciendo un oyó en el suelo del monte y metiendo cepas o leña la quemaban tapando la con tierra dejando un hueco que hacía de chimenea (las hoyas), luego desenterraban y esa leña se había convertido en carbón, de ahí la llevaban por la nava (la fuente de los ornicos), a salir al pueblo o pueblos de alrededor para su venta.
Contaba de las primeras minas que estaban en el camino hacia los campos de la peña como, Valdelera, y la del Gochero .de ahí sacaban las mulas las vagonetas, que le cargaban en el cargadero que había y de ahí lo llevaban cerca de la estación de tren que estaban los lavaderos de San Luis, una vez lavado lo metían al tren y de ahí destino a Bilbao.
De la mina de velilla se bajaba el carbón de antracitas, por vía aérea tipo teleférico, hacia el lavadero y al descargar el carbón, volvían a cargar estos contenedores de leña para mandarla hacia la mina para postear.
Iginio me sigue contando la historia de un señor llamado Eladio Villacorta que compraba casas las arreglaba y luego las vendía, que tuvo el baile charuto ,que este nombre debía venir de una orquesta que este hombre llevaba, esto antes de comprarlo él era como un comedor social donde se daba de comer a los niños pobres, luego paso a ser de su hijo Claudio que lo convirtió en una cantina (cantina de Sagri y Claudio), donde lo mismo te servía un vino en el bar, que te vendía chorizo o pan. hoy en día está cerrado, aunque la mujer de Claudio sigue viviendo arriba en la vivienda que había sobre la cantina. La monaga que era la cantina que había al lado de esta la cantina también era de este señor Eladio
Muy cerquita de esta cantina, al lado de la casa de Tabí hay tenía una fábrica de gaseosas que también llevaba este señor Eladio este señor también tenía un hermano en el barrio que tenía una pescadería en la plaza Don Edmundo, la pescadería de yayo, también le pertenecía la relojería Aparicio, la carnicería manolo y el bar Gonzalo que antes de ser bar fue almacén de pienso y patatas.
Era dueño de las mulas de la mina también hizo un bar al lado de la estación del tren ya que por allí no había bares.
Cuenta que donde está a la farmacia de arriba había un local donde se ponía cine mudo, baile y teatro, cuenta que valía 30 céntimos la entrada y en la época dela guerra como no había dinero se pagaba con un sello, si había suerte y no te habían marcado el sello en las cartas lo podías usar para ir al cine.
Hoy tristemente, tengo que acabar así este relato, debido a que lo que se quedó en que otro día me contaría, más cosas sobre el barrio y sus gentes, no ha podido ser, ya que el viernes día dos de diciembre de 2016 enterramos a Iginio.
Gracias por dedicarme tu tiempo Iginio, siempre estarás en mi recuerdo.
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