En el barrio había varias tiendas como la de Sagri y Caín que aparte de ser una cantina, era tienda. En ella lo mismo los hombres se tomaban un vino, que los niños comprábamos chuches y las madres hacían la compra, también tenían una panadería que estaba al lado de su cantina.
En frente de la cantina de Caín estaba la panadería pequeñita, que era de la Araceli.
La cantina de Bonis y la Monaga, (al lado de Caín) que era un parecido a la de Caín.
Estas tiendas estaban un poco más arriba del cuartel de la guardia civil. Cogiendo la esquina de Sagri, se subía hacia la guardería, antes de llegar a ella, había una zapatería, llamada Zapatería Asfalto, Mas tarde un Yerno de María Jesús la viuda la convirtió en peluquería para caballeros, Peluquería Asfalto, posteriormente fue Rober, el que lo convirtió en el Bar Asfalto. Hoy en día es la panadería de flor.
Enfrente del cuartel de la Guardia Civil teníamos a Lina, una gran persona ella y su marido Ginio tenían una tienda pequeñita, donde todos los del barrio íbamos a comprar. Usaba lo que llamaba la libreta, donde te apuntaba las compras que llevabas, cuando no llevabas dinero (ósea te fiaba).A primeros de mes se pagaba lo que se debía, así se hacía borrón y cuenta nueva. Recuerdo sus cumpleaños que siempre invitaba a sus clientes llevando una tarta casera a la tienda y repartiéndola para celebrarlo.
Al lado de la tienda de Lina estaba una cochera donde Margarita y Sebito vendían la gaseosa Fuente Clara. Al lado de esta, estaba la carnicería de Manolo y Amor.
Paseando hacia abajo nos vamos a la plaza de Don Edmundo, donde estaba el quiosco de Rufino, allí comprábamos nuestras golosinas e incluso gomas o lapiceros para el cole .Luego lo llevo una señora. Detrás del quiosco estaba la pescadería de yayo, allí trabajo mi hermano David repartiendo pescado con un carretillo. Esta pescadería era como una cochera pequeña llena de cajas de madera donde metía el pescado. A su lado estaba la fábrica de gaseosas la “Flor del Carrión” que la llevaba Marina, trasladándola más tarde a un local más grande en la calle Valdecastro.
Delante de esta pescadería estaba la zapatería “Calzados Hompanera” era de Donaciano e Irundina, donde comprábamos y arreglábamos nuestros zapatos.
Bajando hacia la cuesta del comercion había una tiendita que la regentaba Tina donde vendía casi de todo desde cazuelas hasta productos para la limpieza de la casa.
Y al lado de Tina teníamos la carnicería de Mariano y Ubalda o, que hoy en día la lleva su hijo Tomas.
Seguido de la tienda de tina uno una cantina que se llamaba el descanso,fue abierta por varios dueños ,como el chis que fue el ultimo que la llevo,la familia de Ludi,y un mujer que venia de Barcelona y vivía en el barrio
Enfrente de esta carnicería estaba la academia de corte y confección de Consuelo en la cual yo pase varios años aprendiendo a coser. Empezábamos por aprender a trazar patrones y cosiendo en papel, hasta poder pasar a coser nuestras propias prendas. Cuando se nos acababa el hilo, los alfileres, agujas o la tiza de marcar, nos íbamos a la mercería de enfrente que la llevaba Luis a comprar. Luis era un señor mayor al cual cogí mucho cariño. Echaba buenas charlas con él y siempre tenía un pedacito de chocolate para darme que me sabía a gloria, esta tienda paso a ser de su hija Lola, con la cual también tuve muy buena relación la llevó hasta su retiro.
Un piso por debajo de Consuelo estaba la barbería de mi padre (el Gallego) donde cortaba el pelo y afeitaba los hombres. A veces iba a barrer los pelos y hacerle compañía.
Bajando por la cuesta del comerción estaba la que llamábamos la tienda de la Platera, la llevaba Nati, un comercio ya algo más grande, que tenia de todo para hacerlas compras, e incluso si le llevabas las medias rotas te las arreglaba. A su lado la tienda de Pura en las mismas escaleras del comercio, que más tarde fue un disco bar.
Cruzamos la cera, al otro lado de la calle nos encontramos con la floristería Magnolia, dos pasos más abajo estaba una tienda de ultramarinos que la llevaba Conchi y su hermana Mari , seguido de estas estaba otra carnicería la carnicería Lupi .
Nos damos la vuelta y subiendo hacia el cuartel de la guardia civil, antes de llegar a sus escaleras, al lado del bar los Piélagos, estaba una tienda pequeña que más tarde se convertiría en un Spar, que lo llevaba Kiko. Con el tiempo se pasó a Conchi que lo llevo unos años hasta que lo cerro y abrió un poco más arriba casi enfrente del bar Sabino una pescadería, donde aparte de vender pescado, nos daba recetas de como cocinarlo.
Al lado de la pescadería de Conchi, había una calleja donde estaba la zapatería de Seni y su marido.
Al lado de esta zapatería está el" Hotel Don Edmundo”. Antes era un almacén de pienso. Que lo llevaba dos hermanos, Alpi y Fidel, tenían su vivienda al lado que hoy en día es un bloque de pisos.
En la avd. Santander habiendo pasado las cantinas de Caín y Bonis, estaba la panadería que la llevaba Nieves. Delante de esta panadería estaba su casa donde antes de coger este local vendía el pan. Cerrando la panadería de Nieves se abrió la mercería de Alejandra, donde nos ofrece a los vecinos bonitas confecciones de temporada y utensilios para coser.
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